¿Cómo podemos relacionar los campamentos veraniegos de inglés (también llamados summer camp) con el aprendizaje temprano de un idioma? Muy fácil, solo hay que seguir mis siguientes argumentos:
Razones para aprender inglés hay muchas: que sí es el idioma más hablado en el mundo, que si en el trabajo nos lo van a pedir, que si es una ventana abierta a nuevas culturas, que si no tendremos problemas para entendernos en los viajes, que si nos dará mayor seguridad en uno mismo, etc. A estas razones que servirían para todas las personas de cualquier otra nacionalidad no española, habría que añadir la ventaja de hablar español, porque hablando estos dos idiomas cubrimos un enorme espectro de necesidades idiomáticas en el mundo. El tándem español-inglés es el bilingüismo ideal soñado por todos, y eso es así porque el español es el segundo idioma más hablado, el tercero en el web, el segundo en el entorno de los negocios y uno de los idiomas más estudiados en el mundo.
Siendo hablantes nativos de castellano tenemos ya el 50% de este bilingüismo hecho, que esto nos sirva de acicate para aprender inglés, perfeccionarlo o facilitar a nuestros hijos su aprendizaje. Y ahí quería llegar yo, porque además de todas estas contundentes razones para aprender inglés (ya sea en los colegios, las academias, institutos o en los summer camps), hay poderosos argumentos probados por la ciencia de las enormes ventajas de aprender, no ya inglés, si no cualquier idioma desde temprana edad.
Es cierto que los que hemos intentado aprender un idioma siendo adultos nos ha costado dios y ayuda, y eso es así porque nuestro proceso cognitivo para aprender un segundo idioma se resiente con la edad, nuestras conexiones neuronales no tienen la misma flexibilidad que antes, y crear nuevas sinapsis resulta más dificultoso, cosa que a los niños no les sucede. Con tesón, continuidad y métodos modernos podemos conseguirlo, pero podemos ahorrarles estas dificultades a nuestros hijos.
La mejor edad para comenzar a aprender inglés (u otro idioma) es desde los 0 años, pues es a temprana edad y hasta los 4 años es cuando el cerebro realiza una enorme cantidad de conexiones neuronales, por lo que es el período ideal para que reciban los primeros estímulos lingüísticos del segundo idioma que nos interese facilitar. Los niños así estimulados organizan su cerebro de forma que más adelante les será más fácil aprender otros idiomas. Este temprano aprendizaje de un segundo idioma trae además consigo beneficios de desarrollo personal muy a tener en cuenta. Veamos:
- Mejoran sus capacidades creativas.
- Se desenvuelven mejor en la resolución de conflictos.
- Potencian su memoria.
- Mejor capacidad comunicativa.
- Obtiene un proceso educativo más rico.
- Mayores posibilidades laborales en el futuro.
- Se potencia la capacidad de relacionar ideas.
- Mejora la atención y la concentración.
Pero tampoco hay que obsesionarse con el tema, hay métodos escalonados para que sin presiones, que pueden provocar bloqueos y rechazos, los chicos puedan aprender y divertirse, sí me estoy refiriendo a los summer camp.
Por todo ello es recomendable involucrar a los niños en situaciones que promuevan este tipo de aprendizaje más allá de las actividades escolares, como pueden ser los campamentos de verano con inmersión lingüística en inglés, donde pueden conocer a otros escolares británicos que aprenden español, practicar conversaciones compartiendo actividades lúdicas y deportivas en entornos de naturaleza. Muchos de nosotros no lo tuvimos tan fácil esto del bilingüismo con los summer camp in english. ¡Qué envidia!
Blas Cubells – Educador